¿Cómo catar un vino?

Las fases de la cata de vinos

Catar un vino es descubrir emociones nuevas en las que intervienen nuestros sentidos. Entre ellos los principales sentidos para este proceso son la vista, el olfato y el gusto ¿Cuáles son sus fases?

Fase visual

A través de esta fase, se pretende evaluar el aspecto de vino como la intensidad, la nitidez, el color o las lágrimas del vino y por supuesto si existe algún tipo de imperfección.

A través de la vista, un vino nos puede dar mucha información como la edad, la zona o su elaboración, pero también el color. Aunque, los ribetes de un vino y sus reflejos tienen la misma importancia que el color en sí.

El objetivo fundamental al realizar una cata de vinos es analizar los efectos que éste nos produce al degustarlo.

Fase Olfativa

En esta parte, se distingue la intensidad del olor, su complejidad y la calidad del vino. Esta etapa es quizá, la más espinosa de todas porque los olores que se pueden encontrar en una copa de vino son variados y las sensaciones, ni son duraderas ni fijas.

Acercando nuestra nariz a la copa, se tiene que tratar de identificar los aromas primarios, después moviendo un poco la copa para que el vino esté en contacto con el oxígeno se analiza los aromas secundarios. Y, por último, volviendo a agitar la copa se da paso a lo que serían los aromas terciarios o también, conocidos como ‘bouquet’.

Fase Gustativa

A través de esta etapa se determinará el ataque (las primeras sensaciones que se perciben cuando un vino llega a la boca), la textura (su tacto en el paladar), se analizará la vía retronasal y se destacará el final que ha dejado el vino.

Para hacer una cata gustativa perfecta hay que asimilar el vino y distribuirlo por toda la boca antes de tragarlo o escupirlo

A grandes rasgos hemos visto cómo se debería realizar una cata, pero es mucho más complejo el proceso. Por eso, se requiere de una formación amplia y variada que ayude a conseguir tal fin.